miércoles, 3 de octubre de 2012

La tristeza

No logro librarme de esta tristeza... Permanece aferrada a mi piel como si de mi propia sombra se tratase...

Quiero romper sus uniones con mis uñas... Quiero arrancármela aunque se me vaya la sangre y la piel en el intento...

La tristeza no me deja ser... No me permite levantarme y vivir... A la tristeza le gusta verme postrada agonizando de dolor, gritando y jalando mis cabellos, golpeándome las piernas con los puños... A la tristeza le gusta verme apagada y sin ganas de nada... Le gusta cuando soy miserable, cuando estar viva se convierte en una condena en lugar de un regalo... Le gusta cuando me voy apagando y me quedo vacía...

A la tristeza le gusta verme llorar, le excita que yo sufra... Que llore, que grite... Que quiera pedir ayuda...

La tristeza me golpea hasta dejarme medio muerta para recordarme que le pertenezco a ella y sólo a ella...

La tristeza tiene un orgasmo cada vez que yo me siento el pecho vacío e intento en vano sacarme el corazón...

Ella no conoce la piedad como yo no conozco el consuelo...

La tristeza está metida en mi carne como un parásito... Está ahí, esperando verme vulnerable para poder atacar... Nunca se irá... Nunca me dejará... Pues es la única que me ha amado...

Sueños utópicos

A pesar de que ya no le amo sigo viviendo de memorias... Me alimento de sentimientos viejos ya extintos y me invento nuevos escenarios en donde nada cambió... Donde puedo seguir amándole libremente y sin miedo porque él se siente igual por mí...

En ese falso presente le digo que lo amo... Lo acaricio... Lo beso... En ese instante paralelo a este mundo vuelvo a ser feliz... No me duele estar sola, no me congelo por el frío que llegó cuando su abrazo se desvaneció y me quedé sola... En ese momento no hay tristeza...

En esos sueños utópicos vuelvo a sentir aquella calidez dentro de mí, esa ternura al ver sus ojos... Ese deseo de quedarme en su abrazo hasta el fin de los tiempos... Esa emoción por vivir... Por existir

Quiero que me hubiera seguido queriendo pero no quiero que me vuelva a querer... Quiero no haberme separado nunca de él pero no quiero que regrese... Quiero que cumpla sus promesas pero que no las vuelva a hacer...

Quiero retroceder y quedarme estancada en aquella burbuja donde yo le quería y él a mí... Y los dos soñábamos con el mañana, con permanecer juntos y ver amanecer cada día por el resto de nuestras vidas...

Quiero arrancarme el corazón para no extrañarlo, para no sentir este dolor adentrarse hasta mis huesos para quedarse siempre conmigo... Quiero arrancármelo de la piel... Desgarrar cada partícula de él... Dejar de llorar por su causa...

Y quiero que aquel amor cure todas mis heridas y borre el tiempo que ha pasado desde su final para que pueda continuar por toda la eternidad, tal y como solíamos desear...

Bailando con mi tristeza

Siempre termina volviendo a mí esa depresión que no me deja hacer nada... Tarde o temprano, siempre vuelve conmigo...

La tristeza y el vacío son mis amantes... Tenemos ya tanto tiempo juntos que no logro recordar cuándo fue que comenzamos con esta danza sin sentido...

Necesito vaciar, quizá, las lágrimas acumuladas a través del tiempo e inyectarme morfina para no sentir las heridas que me cubren el cuerpo entero...

¿Cuándo terminará esto? ¿Cuándo dejaré de extrañar aquella felicidad construida sobre cimientos mal hechos...? ¿Cuándo retiraré la cinta que prohibe el paso para quitar los escombros y reemplazarlos con flores y plantas?

Cuando se fue me quedé vacía... Y aún ahora eso no cambia...

Si no quiero extrañarlo ¿Por qué me afecta que me hable o no lo haga?

Quiero encontrar un camino... Al mismo tiempo que quiero rendirme y dejarme simplemente caer sobre el suelo... Quedarme ahí... Quedarme hasta que mis miembros echen raíz y nunca más logre levantarme... Y nunca más tenga que volver a andar hacia enfrente...

Y quedarme a llorar hasta que mi cuerpo entero se disperse en las lágrimas que caigan...

Y que al final en mi lugar quede sólo una mancha de humedad que secará con el sol... Y que cuando caminen por ahí, nadie note que un día existí

¿Cuándo dejará la tristeza de estar enamorada de mí y cuándo dejaré yo de necesitarla para sentirme falsamente amada por alguien?

Quiero desaparecer....

Y desvanecerme

Quiero desvanecerme... Quiero irme a otro lugar donde nada exista, donde no se espere nada, donde lo único que cambia es el cielo y el paisaje pero no las personas...

Quiero ir a donde no vea a nadie, donde no tenga que escuchar a nadie... Quiero no sentir a nadie, no convivir... Quiero no conocer a nadie para que nada me importe... Quiero recostarme bajo un árbol y quedarme ahí a ver el ocaso y el alba...

Y es que no importa cuánto lo intente, cuánto luche... La vida desde que él se fue no logra tener ningún sentido... No logro querer nada...

Desprecio esta rutina, este levantarse a diario para ir al mismo lugar y regresar a hacer las mismas cosas y elegir el mismo día para descansar y buscar algo que me llene o me distraiga...

Estoy consciente de que si es un círculo sin fin esto que sucede es culpa mía... Pero aún así no logro encontrarle el lado emocionante a vivir, no tengo una meta... Aunque sigo buscándola...

Quiero olvidar todo y que todos me olviden... Excepto él... Él quiero que me recuerde, quiero que sepa lo que pasó y que ya no me verá. Pero quiero que en verdad me recuerde, no sólo que sepa de mi existencia... Y que cuando le cuente a alguien de mí no le crean que yo viví aquí...

Tal vez necesito escapar... Tal vez necesito un abrazo de aquel cuyos brazos como antes nunca más me volverán a rodear...