domingo, 16 de septiembre de 2012

Epifanía

Ya sabía que no le importaba... Por la manera de comportarse, por no contestar o hablar. Por no cumplir lo que decía o lo que directamente le pedí y dijo que si haría...

Pero es que ayer de pronto me golpeó algo más: a él no le importó que le dejara de hablar. Me dejó alejarme y no movió siquiera un dedo para intentar evitarlo. Con un "creí que me odiabas" lo deja todo atrás.

Cuando alguien es importante, no lo dejamos irse sin más sabiendo que en nuestras manos hay algo que nos permite intentar retenerle un poco. Si en verdad queremos a una persona, luchamos por que no se vaya... Que se quede, aunque no esté ya tan cerca, no la dejamos que nos llegue a detestar así nada más, tan felices.

No sé... Ayer eso me golpeó de pronto. Fue como llegar a un nuevo nivel de sentir que no le importaba. No entiendo porqué le creí y quise pensar que si.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario