sábado, 7 de julio de 2012

Beso

A veces explotan dentro de mí todos los sentimientos que me he guardado en el tiempo.
A veces, cuando ya no puedo seguir fingiendo que no siento y avanzando,  la soledad detona todo aquello.

Tengo estas ganas frustradas dentro de mí... Tengo una necesidad atrofiada de besar aquellos labios, tengo necesidad de ser abrazada como antes: sintiéndome segura, protegida... Amada...

Tengo un hueco en el corazón que intenta llenarse de lo que sea... Tengo un océano de lágrimas guardadas en mis ojos; tengo gritos ahogados mediocremente, tengo mil nudos en la garganta con los que ya aprendí a hablar.

De tu indiferencia, mi dolor y su consecuente rabia saco fuerzas para avanzar, para cambiar, para que cuando me veas no veas el despojo de humano en el que me convertí... Quiero que me veas fuerte, atractiva, feliz... Mejor... Quiero que veas que si no te hago falta, entonces tú a mí tampoco.

Pero a veces aún me recuesto a llorar. O hay momentos como ahora en los que siento que un agujero negro se formó en mi pecho, producto de todas aquellas sensaciones ignoradas que con un golpe directo quieren recordarme que me acosarán por siempre como si fuesen parte de mi sombra misma y nunca jamás podré ocultarme o escapar...
Aquel agujero quiere tragarse todo de mí, quiere consumirme desde adentro, donde no puedo escapar...

A veces yo también tengo la necesidad de un beso suave, de unos brazos que me aprieten fuerte como si nunca me fueran a soltar, y sobre todo, de confiar en alguien más... A veces, por momentos, casi creo que ha retornado a mí una pequeña parte de mi perdido corazón...

No hay comentarios.:

Publicar un comentario