sábado, 14 de julio de 2012

Regalos

Lo cierto es que valoro más los regalos "pobres", lo que tiene más valor sentimental. No necesitaba regalos caros para saber que me querías. El hecho de que fuera algo que tú quisieras darme porque te nacía me hacía feliz.

Regalos sin envolver, sin una etiqueta, sin papel bonito, sin listones o tarjetas... Regalos simples, regalos que estaban más a mano. Esos valen más. Eso me hace recordarte más.

Aquella crema de olor a cereza con kiwi porque sabías que me gustan las cosas que huelen rico. Las tarjetas porque recordaste que me servían para estudiar. Al usar esas cosas en mi vida normal, pensaba en ti, y era como llevarte conmigo a donde fuera. Era como estar contigo, sin importar qué tan lejos estuvieras.

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