jueves, 20 de junio de 2013

Y crecí y entonces supe que no fui como planeaba

A veces me pregunto porqué ya casi no escribo ni pienso. A veces me pregunto porqué dejé de ser un ser racional y me convertí en un robot cuyo descanso tiene su propia rutina.

Me fui acostumbrando a buscar el placer que estaba a mi alcance, me acostumbré a comer, a ver tele, a ver series, a leer manga... Y todo eso está bien, son cosas me me gustan, pero ¿Por qué dejé de quebrarme la cabeza de tanto tratar de descifrar el mundo y a sus habitantes? ¿Por qué dejé de devorarme libros en un día o dos? ¿Por qué olvidé dejarme el alma en un dibujo, pasando horas y horas perfeccionándolo? ¿Por qué me acostumbré a tener una rutina? ¿Por qué cuando quiero descansar, en lugar de descansar, sólo cambio a otra de mis rutinas como quien cambia un cd?

Voy a la escuela, regreso, como, veo unas series, hago tarea, duermo... Despierto y hago lo mismo.

Me gusta salir, me gusta pensar mejor de mí, me gusta tratar de quereme más y me gusta salir con mis amigos.

Pero en otros aspectos yo era más, yo me preguntaba ¿Por qué?, yo observaba a la gente y los conocía aún sin haber hablado con ellos. Yo era más considerada. Yo me entretenía viendo cosas que los demás no notaban o que no les prestaban importancia, pero la gente lo ve raro, así que quizá sea mejor si dejo de hacerlo en público. Poco a poco, mientras ganaba unas cosas, me fui perdiendo. Extraño ser yo, extraño esa pasión que sentía al dibujar. Odio ser vacía, odio ser hueca, odio no pensar. Odio pasar los días dándome cuenta de que no tengo opinión con respecto a muchos temas porque no me doy el tiempo de repasarlos y pensar si hago bien en comportarme como lo hago.

Y me quejo, me quejo de todo. Me quejo del clima, me quejo de mi estado de ánimo, me quejo de la gente, me quejo de las formas, me quejo de las cosas, me quejo de que cualquier cosa sea diferente a como yo quiero. Y está bien quejarse... Pero quejarme no debería ser la única forma que tenga de expresarme.

Odio no hacer nada productivo en mi tiempo libre. Odio no hacer nada que me sirva de algo que no sea sólo momentáneo. Odio ver cómo voy perdiendo mi habilidad para dibujar... Odio como ya no puedo escribir como antes... Odio como mi cuerpo se va deteriorando y ablandando por la falta de uso.

¿Y saben porqué "no escribo"? Porque no tengo tiempo, porque es más fácil entretenerse con otras cosas. Porque no me da la gana, realmente.

Siento que si es algo que disfruto, debería hacerlo más. Y debería volver a apreciar el tiempo a solas, y debería despegarme las sábanas y debería dejar de buscar qué hacer cuando hay tanto a mí alrededor pidiéndome atención a gritos.

Odio como me fui perdiendo y acostumbrando, como me dijo una vez alguien: adaptarme. Odio como me perdí en el proceso. Porque claro, antes yo no hablaba con nadie, antes era sólo una observadora a distancia. Pero ahora que quiero participar, creo que debería seguir siendo yo y debería aportar algo a lo que me rodea. Debería decir cosas buenas en lugar de quejarme de lo que ya está y no puedo controlar.

No se supone que yo fuera así ¿Qué me pasó? Creo que poco a poco me voy recuperando, pero a veces simplemente no me comprendo. Aunque dudo ser la única.

Espero poder despertar las partes buenas que fueron sedadas para poder encajar con los demás, y espero seguir mejorando y conservar las cosas buenas que he ido ganando, aprendiendo y desarrollando.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario