viernes, 8 de junio de 2012

Viernes

Le vio y quiso hablar con él. Al no atreverse, intentó llamar la atención de manera muy tonta. Pero como era de esperarse, él no dijo nada.

           -¿Por qué sigo tratando de llamar su atención?- pensó -¿Por qué...? Si sé bien que no le interesa hablar conmigo... Si sé que sólo soy yo misma provocándome disgustos...

Incapaz de alejarse, permaneció ahí un rato más. Cansada, con sueño, con los ojos medio cerrados, esperando que él la notase, y al mismo tiempo pensando en cuánto querría salir huyendo si es que él le hablaba...

Y como cada vez, terminó llorando a oscuras, escondida, mientras el mundo descansaba plácidamente. Mientras todos dormían, ella lloró hasta que se le cerraron los ojos y el alma se le desgarró aún más... Hasta que la falta de oxígeno le ayudó a no pensar en él... Hasta entonces fue que dejó de llorar.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario