domingo, 2 de diciembre de 2012

Paulo Coelho

Dicen que a lo largo de nuestra vida tenemos dos grandes amores; uno con el que te casas o vives para siempre, puede que sea el padre o la madre de tus hijos... Esa persona con la que consigues la compenetración máxima para estar el resto de tu vida junto a ella...

Y dicen que hay un segundo gran amor, una persona que perderéis siempre. Alguien con quien naciste conectado, tan conectado que las fuerzas de la química escapan a la razón y os impedirán,siempre, alcanzar un final feliz. Hasta que cierto día dejaréis de intentarlo…Os rendiréis y buscaréis a esa otra persona que acabaréis encontrando.

Pero os aseguro que no pasaréis una sola noche, sin necesitar otro beso suyo, o tan siquiera discutir una vez más...
Todos sabéis de qué estoy hablando, porque mientras estabais leyendo esto, os ha venido su nombre a la cabeza.

Os librareis de él o de ella, dejareis de sufrir, conseguiréis encontrar la paz (le sustituiréis por la calma), pero os aseguro que no pasará un día en que deseéis que estuviera aquí para perturbaros.
Porque, a veces, se desprende más energía discutiendo con alguien a quien amas, que haciendo el amor con alguien a quien aprecias.
Paulo Coelho

lunes, 19 de noviembre de 2012

Te quiero... Te quiero...

Pensando me he dado cuenta de que no te he dejado de querer... Tampoco te quiero menos, ni siquiera un poco...

Te quiero con la misma intensidad... Mi amor por ti no se ha debilitado, no ha decrecido, no ha perdido el camino...

Te quiero... Te quiero... Te quiero...

Y quizá... Incluso te amo...

Si no intento volver contigo es porque sé que no es posible y que no me quieres de la misma forma... Es porque me arrastré y supliqué aún sabiendo que no servía de nada... Es porque casi me muero por esperarte, por querer aferrarme a ti, a eso que teníamos... Por eso no lo intento, por eso ya no insisto...

No es que no te quiera... Que va... Yo te adoro... Yo te diría cada día que te amo si aún siguiésemos juntos... Yo te abrazaría y besaría, yo intentaría ayudarte a cumplir tus sueños... Yo te apoyaría y confiaría aún sabiendo que lo que buscas es difícil... Yo querría cuidarte con el paso de los años y hacerte la persona más feliz de aquí...

Yo te quiero igual que ayer... Y quizá un poco menos que mañana... Yo te quiero porque has sido todo, porque te dije que lo haría por siempre y, aunque lo intenté, no puedo sacarte de aquí. Aunque aprenda a vivir sin ti, aunque me enoje, aunque te llegue a despreciar... Yo te quiero...

Y a veces me pregunto si nunca dejaré de hacerlo... Si te querré por siempre, si no volveré a amar de esta forma. Porque yo creo que amar así sólo se hace una vez... Yo creo que uno solamente se puede entregar por completo una sola vez... Después ya no tienes el mismo corazón, sólo quedan los restos de él que intentan funcionar como antes pero no lo logran...

Yo creo que no se puede entregar el corazón más de una vez en la vida...

domingo, 18 de noviembre de 2012

Errante

A veces, cuando estoy sola, cuando no estoy tan ocupada con el estrés de la vida diaria... A veces cuando intento dormir, a veces cuando me quedo pensando... Noto que ese vacío dentro de mí es más grande que ayer. Es más grande que antes de él. Es más grande que antes de soñar, de reír, de ser feliz...

Siento que me arrancaron todo lo bueno y no lo recuperé, que me fui, ya no existo. Sólo soy un cascarón vacío... Y nunca más seré otra cosa.

Quiero algo pero no sé qué... Necesito cosas que no comprendo ni logro identificar... ¿Qué hago? No soy nada, no tengo un rumbo ni un destino, sólo me dejo llevar por el tiempo. Camino errante por la vida porque no existe la opción de tomar un descanso, porque no puedo abandonar y ni volver a comenzar desde antes de todo lo malo. No sé qué quiero y eso hace difícil recuperarse porque... ¿Qué motivación tengo? No hay ninguna pasión en mi vida, no quiero nada y a la vez quiero querer algo... ¿Qué tengo? Nada...


domingo, 4 de noviembre de 2012

Futuro incierto

¿Qué va a ser de mí? ¿A dónde voy? ¿Qué dirección debo tomar? Este camino no parece gustarme mucho...
Quiero cambiarlo ¿Puedo? ¿Cómo?
No tengo ganas de seguir por aquí...
¿Hay algo esperándome o depende todo de mí?
¿A dónde iré? ¿A quién conoceré? ¿Quién saldrá de mi vida? ¿Y él? ¿Qué pasará con él?
Y conmigo... ¿Cambiaré? ¿Cuánto?
¿A qué me dedicaré? ¿Podré librarme de este camino o debo aprender a que no me sea tan pesado?
No sé a donde voy, me dejo llevar simplemente por el río buscando algo que me guste para aferrarme a ello pero sólo veo como los demás encuentran sus pasiones mientras yo, desesperada, intento nadar hacia otro lugar... ¿Por qué no quiero nada? ¿Por qué perdí tanto de mí al irse él? ¿Por qué le di todo lo que tenía si al final me iba a quedar sin nada...?
Estoy cansada... ¿A dónde debo ir?


miércoles, 3 de octubre de 2012

La tristeza

No logro librarme de esta tristeza... Permanece aferrada a mi piel como si de mi propia sombra se tratase...

Quiero romper sus uniones con mis uñas... Quiero arrancármela aunque se me vaya la sangre y la piel en el intento...

La tristeza no me deja ser... No me permite levantarme y vivir... A la tristeza le gusta verme postrada agonizando de dolor, gritando y jalando mis cabellos, golpeándome las piernas con los puños... A la tristeza le gusta verme apagada y sin ganas de nada... Le gusta cuando soy miserable, cuando estar viva se convierte en una condena en lugar de un regalo... Le gusta cuando me voy apagando y me quedo vacía...

A la tristeza le gusta verme llorar, le excita que yo sufra... Que llore, que grite... Que quiera pedir ayuda...

La tristeza me golpea hasta dejarme medio muerta para recordarme que le pertenezco a ella y sólo a ella...

La tristeza tiene un orgasmo cada vez que yo me siento el pecho vacío e intento en vano sacarme el corazón...

Ella no conoce la piedad como yo no conozco el consuelo...

La tristeza está metida en mi carne como un parásito... Está ahí, esperando verme vulnerable para poder atacar... Nunca se irá... Nunca me dejará... Pues es la única que me ha amado...

Sueños utópicos

A pesar de que ya no le amo sigo viviendo de memorias... Me alimento de sentimientos viejos ya extintos y me invento nuevos escenarios en donde nada cambió... Donde puedo seguir amándole libremente y sin miedo porque él se siente igual por mí...

En ese falso presente le digo que lo amo... Lo acaricio... Lo beso... En ese instante paralelo a este mundo vuelvo a ser feliz... No me duele estar sola, no me congelo por el frío que llegó cuando su abrazo se desvaneció y me quedé sola... En ese momento no hay tristeza...

En esos sueños utópicos vuelvo a sentir aquella calidez dentro de mí, esa ternura al ver sus ojos... Ese deseo de quedarme en su abrazo hasta el fin de los tiempos... Esa emoción por vivir... Por existir

Quiero que me hubiera seguido queriendo pero no quiero que me vuelva a querer... Quiero no haberme separado nunca de él pero no quiero que regrese... Quiero que cumpla sus promesas pero que no las vuelva a hacer...

Quiero retroceder y quedarme estancada en aquella burbuja donde yo le quería y él a mí... Y los dos soñábamos con el mañana, con permanecer juntos y ver amanecer cada día por el resto de nuestras vidas...

Quiero arrancarme el corazón para no extrañarlo, para no sentir este dolor adentrarse hasta mis huesos para quedarse siempre conmigo... Quiero arrancármelo de la piel... Desgarrar cada partícula de él... Dejar de llorar por su causa...

Y quiero que aquel amor cure todas mis heridas y borre el tiempo que ha pasado desde su final para que pueda continuar por toda la eternidad, tal y como solíamos desear...

Bailando con mi tristeza

Siempre termina volviendo a mí esa depresión que no me deja hacer nada... Tarde o temprano, siempre vuelve conmigo...

La tristeza y el vacío son mis amantes... Tenemos ya tanto tiempo juntos que no logro recordar cuándo fue que comenzamos con esta danza sin sentido...

Necesito vaciar, quizá, las lágrimas acumuladas a través del tiempo e inyectarme morfina para no sentir las heridas que me cubren el cuerpo entero...

¿Cuándo terminará esto? ¿Cuándo dejaré de extrañar aquella felicidad construida sobre cimientos mal hechos...? ¿Cuándo retiraré la cinta que prohibe el paso para quitar los escombros y reemplazarlos con flores y plantas?

Cuando se fue me quedé vacía... Y aún ahora eso no cambia...

Si no quiero extrañarlo ¿Por qué me afecta que me hable o no lo haga?

Quiero encontrar un camino... Al mismo tiempo que quiero rendirme y dejarme simplemente caer sobre el suelo... Quedarme ahí... Quedarme hasta que mis miembros echen raíz y nunca más logre levantarme... Y nunca más tenga que volver a andar hacia enfrente...

Y quedarme a llorar hasta que mi cuerpo entero se disperse en las lágrimas que caigan...

Y que al final en mi lugar quede sólo una mancha de humedad que secará con el sol... Y que cuando caminen por ahí, nadie note que un día existí

¿Cuándo dejará la tristeza de estar enamorada de mí y cuándo dejaré yo de necesitarla para sentirme falsamente amada por alguien?

Quiero desaparecer....

Y desvanecerme

Quiero desvanecerme... Quiero irme a otro lugar donde nada exista, donde no se espere nada, donde lo único que cambia es el cielo y el paisaje pero no las personas...

Quiero ir a donde no vea a nadie, donde no tenga que escuchar a nadie... Quiero no sentir a nadie, no convivir... Quiero no conocer a nadie para que nada me importe... Quiero recostarme bajo un árbol y quedarme ahí a ver el ocaso y el alba...

Y es que no importa cuánto lo intente, cuánto luche... La vida desde que él se fue no logra tener ningún sentido... No logro querer nada...

Desprecio esta rutina, este levantarse a diario para ir al mismo lugar y regresar a hacer las mismas cosas y elegir el mismo día para descansar y buscar algo que me llene o me distraiga...

Estoy consciente de que si es un círculo sin fin esto que sucede es culpa mía... Pero aún así no logro encontrarle el lado emocionante a vivir, no tengo una meta... Aunque sigo buscándola...

Quiero olvidar todo y que todos me olviden... Excepto él... Él quiero que me recuerde, quiero que sepa lo que pasó y que ya no me verá. Pero quiero que en verdad me recuerde, no sólo que sepa de mi existencia... Y que cuando le cuente a alguien de mí no le crean que yo viví aquí...

Tal vez necesito escapar... Tal vez necesito un abrazo de aquel cuyos brazos como antes nunca más me volverán a rodear...

domingo, 16 de septiembre de 2012

Epifanía

Ya sabía que no le importaba... Por la manera de comportarse, por no contestar o hablar. Por no cumplir lo que decía o lo que directamente le pedí y dijo que si haría...

Pero es que ayer de pronto me golpeó algo más: a él no le importó que le dejara de hablar. Me dejó alejarme y no movió siquiera un dedo para intentar evitarlo. Con un "creí que me odiabas" lo deja todo atrás.

Cuando alguien es importante, no lo dejamos irse sin más sabiendo que en nuestras manos hay algo que nos permite intentar retenerle un poco. Si en verdad queremos a una persona, luchamos por que no se vaya... Que se quede, aunque no esté ya tan cerca, no la dejamos que nos llegue a detestar así nada más, tan felices.

No sé... Ayer eso me golpeó de pronto. Fue como llegar a un nuevo nivel de sentir que no le importaba. No entiendo porqué le creí y quise pensar que si.

viernes, 7 de septiembre de 2012

A veces me doy cuenta que en verdad hay cosas que ya no me hacen sentir nada.

Veo a gente feliz, enamorada, y no logro identificarme con el sentimiento. Como si no lo hubiera experimentado jamás...

Perdí sentimientos, sensaciones... Perdí partes que solían ser grandes. Que me inspiraban muchas cosas. Ahora ya no están. No comprendo eso.

No sé si es bueno o malo. No quiero sentir. Pero es triste pensar que quizá eso se me escapó y ahora nunca más lo volveré a vivir...

lunes, 13 de agosto de 2012

Sobre papel

Yo creo que así como no se deben tomar decisiones importantes estando triste o enojado, tampoco se deben hacer promesas cuando se está enamorado...

viernes, 10 de agosto de 2012

No quiero querer

Sigo queriendo no querer
Sigo sin poder sentir...

Mi corazón perdí
y nada queda por hacer

Sigo sin anhelar ser amada
Sigo sin poder creer, confiar...
No recuerdo cómo era soñar
Olvidé qué se siente viva estar

No me quieras jamás
No busques una pizca de sentimientos en mí
No existen, es todo frío y soledad

Nunca un "te amo" recibiré
Y tampoco yo uno daré
Amé sin límite una vez...
Pero perdí a ese ser

No he de sentir...
No he de reír...
No me verás de la mano de alguien más
Yo un beso jamás volveré a dar

jueves, 26 de julio de 2012

Every night in my dreams I see you, I feel you... (8)

No sé porqué, pero de un tiempo acá te veo en todos lados y pienso en ti. Por un momento incluso estuve a punto de escribirte.

Camino y nos veo en donde me preguntaste si podías llamarme "corazón".

Voy a casa y nos veo besándonos a una cuadra de mi casa. Miro hacia el otro lado y ahí estamos abrazándonos.

... Pero esta vez vi aquellas bancas del parque y en ellas estábamos los dos como aquella noche en que felices nos quitamos los zapatos y nos recargamos el uno en el otro mientras hablábamos de regresar a ese lugar con los años, hasta que estuviéramos viejitos. Regresar cuando nos casáramos, regresar cuando tuviésemos nuestra casa. Regresar cuando tuviéramos nuestros hijos... Regresar cuando nuestras cabecitas estuvieran del color de la nieve...

Nos vi sentados, enamorados, felices... Y por un instante quise verte... Y pensé en lo maravilloso que sería volver a todo aquello.

Sin embargo y por desgracia, la vida no siempre va como uno quisiera, y sé que esas promesas jamás se cumplirán, sé que no debo buscarte, y sé que en realidad yo ya no puedo amar...

sábado, 14 de julio de 2012

Hamburguesas y jugos

Me acuerdo que ese día me llamaste y me preguntaste si ya había cenado y si quería ir a cenar contigo. Me acuerdo que, como otras veces, te vi llegar cansado, con tu mochila y tu gafete colgando bajo tu cuello. Te veías cansado, pero tu mirada era feliz.

La rutina era la misma: salir corriendo a recibirte con una sonrisa, abrir la puerta, pararme de puntas, estirar mis brazos, y darte un fuerte abrazo... Luego quedarnos así un rato...

Y al soltarnos, nos mirábamos a los ojos, sonriendo, y cerrando los ojos poco a poco, nos uníamos en un beso.

Recuerdo que me dijiste:
"Es que... Quería invitar a cenar a mi amor con mi primer sueldo..."

Sentí tan bonito que pensaras en mí. Me sentí especial...

Fuimos a comprar unas hamburguesas y unos jugos para cenar. Mientras esperábamos la comida, platicábamos y estábamos de empalagosos. Éramos muy felices ¿Recuerdas? ¿Te acuerdas cuando me llamabas "corazón", "cielo", "amor", "mi niña", "hermosa"? ¿Recuerdas cuando decíamos que tú eras mío y yo era tuya? ¿Cuando decíamos que era por siempre?

Y fuimos a mi casa a ver la tele mientras comíamos. Juntos, mirándonos a ratos, besándonos, conversando, queriéndonos... Enamorándonos cada vez más el uno del otro... Y para mí esa fue la cita perfecta. No necesitaba cosas caras, no necesitaba velas, no necesitaba música romántica. Sólo te necesitaba a ti, solo necesitaba sentir que me querías y que yo podía quererte con todo lo que yo era. Sólo me bastaba estar contigo para que fuera un día especial.

Regalos

Lo cierto es que valoro más los regalos "pobres", lo que tiene más valor sentimental. No necesitaba regalos caros para saber que me querías. El hecho de que fuera algo que tú quisieras darme porque te nacía me hacía feliz.

Regalos sin envolver, sin una etiqueta, sin papel bonito, sin listones o tarjetas... Regalos simples, regalos que estaban más a mano. Esos valen más. Eso me hace recordarte más.

Aquella crema de olor a cereza con kiwi porque sabías que me gustan las cosas que huelen rico. Las tarjetas porque recordaste que me servían para estudiar. Al usar esas cosas en mi vida normal, pensaba en ti, y era como llevarte conmigo a donde fuera. Era como estar contigo, sin importar qué tan lejos estuvieras.

miércoles, 11 de julio de 2012

Me es difícil estar recostada para dormir y no abrazar algo... Tal vez sea por la soledad que siento.

También, hace tiempo que anhelo un beso... Siento mis labios incómodos y terriblemente olvidados...

lunes, 9 de julio de 2012

Y amarle de por vida

Yo me dije que él sería a quien amaría toda mi vida.

Yo determiné mi corazón para ello. Y por eso, ahora que no está, no siento yo que pueda volver a amar a nadie más...

No imagino besar otros labios, abrazar otros brazos... Serle infiel a mi antigüo corazón, el que él se llevó.

Aunque no le ame, no quiero tener a nadie más.

Ellos

Caminaba por la calle cuando le vió frente a ella. Venía en dirección opuesta.
Bajó la mirada, intentando pasar desapercibida, pero al estar a unos metros, él la vió y la reconoció.
La llamó por su nombre, pero ella dobló en la esquina. Él, como era de esperarse, fue tras ella, pero ella aceleró el paso.
Finalmente logró alcanzarla. Al pararse frente a ella y tomarla por él hombro, ella volteó la mirada hacia un lado de él.

     -Hey, ¿Cómo estás?-dijo mientras le sonreía-... Te extrañé...-añadió
Ella no contestó y le apartó el brazo. Intentó caminar, pero él se atravesó.
     -¿Qué pasa?- preguntó
Ella, frunciendo el entrecejo, lo miró como diciendo: Tú sabes qué
     -Te estoy hablando, contéstame-dijo él
Al fin ella dijo algo:
     -¿Cómo que qué pasa? Me has ignorado todo este tiempo y ahora llegas como si nada, como si fuéramos amigos
     -Pues... Creí que éramos amigos...
     -¡Por  supuesto que no!-dijo ella-los amigos se frecuentan, se preocupan el uno por el otro, ¡y aquí la única que ha hecho algo parecido soy yo!
     -Yo me preocupo por ti... Y si no te he hablado es porque he estado muy ocupado...-dijo mientras bajaba la cabeza
     -¿Muy ocupado? ¿Taaaan ocupado que en meses no has podido mandar un mísero mensaje y tampoco me has contestado?
     -Lo siento... Intentaré escribir más...
     -No... No quiero que escribas ya. Es demasiado tarde... Estoy cansada de estar esperando... De esperar las sobras del tiempo que le das a los demás y que ni eso me des-se le empezó a quebrar la voz-... De sentirme basura... De rogarte... Que... Sigamos en contacto... Cuando... Cuando...-empezó a llorar-cuando tú obviamente no lo quieres... Me cansé de sentir que te obligo a que me hables, me cansé de quedarme despierta esperando porque dijiste que escribirías y que nunca suene el teléfono... Estoy harta de todo; de tus promesas, de tus disculpas, de ti, de mi, de ser tan estúpida para volver a creerte cada vez...-se cubrió el rostro con las manos y las rodillas se le doblaron un poco, aquello en verdad le dolía
     -Hermosa... Escúchame, lo lamento... De verdad... Odio que llores, pero odio más que llores por mi... De verdad te he extrañado... Me haces mucha falta... Te quiero... Te quiero mucho...
Ella dió un paso hacia atrás y apretó los dedos
     -No...-dijo bajito y despacio
     -¿Qué? No te escuché
Bajó las manos de la cara y las puso como si quisiera ver sus palmas, luego comenzó a mover la cabeza a los lados en señal de negación
     -No digas que me quieres... No es verdad... No te importo, te daría igual si ahora mismo muriera y no me volvieras a ver... No digas que me quieres, porque esa ha sido la patraña más grande que ha salido de tu mentirosa boca-levantó la cabeza y lo miró con los ojos llenos de desesperación
     -... No es mentira... Sé que no hemos hablado en mucho tiempo, pero no es mentira... Aunque no me creas, te quiero-intentó abrazarla, pero ella se quitó violentamente
     -¡No me toques!
     -Mi niña, por favor... No te pongas así...-los ojos comenzaron a llenársele de lágrimas
     -¡Yo no soy "tu" niña! ¡Tú y yo no somos nada! ¡NADA!-Y retrocedió hasta que un pie se le hundió en un charco y el agua salpicada le mojó el pantalón.
Él se acercó despacio a ella, con un gesto triste.
     -Ya sé ¡Yo también me odio! Siempre arruino todo... Siempre te lastimo...-bajó la cara, se le había oscurecido la mirada, comenzó a jalarse la camiseta con las manos.
Ella lo miró ahí parado, desesperando, queriendo llorar, pero esta vez no le creyó.
     -... ¿Te puedo dar un abrazo?-preguntó él
Ella no contestó.

Él se acercó con pasos cortos, dudando. Al llegar frente a ella, la abrazó fuerte, muy fuerte.
Ella comenzó a llorar abiertamente, él hundió su cabeza en el cabello de ella, apretó los dientes y frunció las cejas. Unos sollozos graves comenzaron a escucharse acompañando a los de ella.
Ella levantó los brazos como si también lo fuera a abrazar, pero tras mantenerlos en el aire por unos segundos, los dejó caer. Sabía que si lo abrazaba se perdería en aquel acto, sabía que si seguía respirando su aroma nunca podría curarse esa adicción. Sabía que mientras siguiera con esto, cada vez volverían a pasar por todo aquello... Ella había decidido que fuera la última vez, y si quería cumplirlo, no podía permitirle a su corazón ser seducido nuevamente por él.
Levantó las manos y le apretó la chaqueta por la espalda.

     -Suéltame...-dijo en un susurro-... Déjame ir...-levantó la voz sólo lo suficiente para que él la escuchara. Pero él no la soltó.
     -Es en serio, suéltame-lo dijo fuerte y con un tono decidido.
     -... No
     -¡¿Qué?! No es una pregunta-comenzaba a desesperarse-¡Suéltame! ¡Suéltame! ¡SUÉLTAME! ¡No tienes ningún derecho!-intentaba zafarse con todas sus fuerzas-¡No me toques! ¡No quiero! ¡Déjame ir!

Cerró los puños y comenzó a golpearlo en el pecho con el dorso de la mano. Él sólo cerraba los ojos y contraía el rostro con cada golpe, pero su agarre no se debilitaba. Ella comenzó a llorar desesperada, con la mirada hacia la nada, las cejas levantadas y las manos moviéndose lenta y torpemente, carentes de fuerza. Finalmente se apoyó en su pecho y lo abrazó con la misma intensidad que él lo hacía. Comenzó a llorar con más fuerza. Él abrió los ojos, sorprendido de sentir de nuevo aquellos brazos aceptándolo como antes, como si no quisieran que nunca más se volviera a ir. Sintió una calidez dentro de sí que le tibió el pecho pero le hizo un nudo en la garganta. De pronto explotó una maraña de sentimientos sin definir y él también comenzó a llorar abiertamente.

Estaban los dos parados en la calle, abrazados con una fuerza como no se suele ver, un abrazo que duele, pero que tiene que ser así porque aquellas personas se encuentran demasido alejadas entre sí y un abrazo normal no sería suficiente.

Cuentan que el sonido de la ciudad se apagó y lo único que se escuchaba eran los gritos y el llanto de aquellos dos, que a pesar de tener los brazos entumidos, no se soltaban.
Cuando se fueron quedando sin aire, su abrazo se aflojó un poco y ambos comenzaron a llorar cada vez más bajito, hasta hacerlo en silencio. De pronto se escuchaba algún que otro suspiro, pero era todo.
De pronto ella rompió el silencio:

     -¿Por qué me haces esto...?
     -... ¿Qué...?-respondió él
     -Hacer que te quiera, que quiera creerte y darte otra oportunidad... Que te justifique y piense que no debí haberte hecho sentir mal...
Él le besó la frente, pero no dijo nada.
     -Sal de mi corazón... Sólo logras hacerme llorar con tus promesas...
     -Sabes que no es mi intención... Esta vez de verdad te prometo que lo intentaré-le llenó las mejillas de besos. Ella se limitó a bajar la mirada.
     -... Sé que lo dices teniendo intención de hacerlo porque lo veo en tus ojos...-él le sonrió dulcemente-... Pero en este tiempo he visto en tu corazón y sé que no lo cumplirás. Para ti no hay tiempo que merezca ser gastado en mí. No hay palabras, no hay nada. No cumplirás, no importa sobre qué jures, eres incapaz de cumplir esta promesa. Lo he visto ya y sabes que tú también...
     -...
     -Todo esto sólo termina haciéndome llorar... La esperanza me mata...-hizo una pausa-... Tú me matas...

Él la apretó suavemente contra su pecho, hundió el rostro en su cabello y depositó un beso en él. Permaneció inmóvil un momento. Luego la soltó y la miró a los ojos llenos de lágrimas y comprendió al fin que ella tenía razón: él no cumpliría tampoco esta vez aquella promesa desgastada de tanto jurarla.
La miró con ternura y le acomodó el cabello detrás de la oreja. Los ojos de ella comenzaron a llorar y se mordió el labio inferior. Estaba temblando porque tenía miedo al ver en sus ojos que era un adiós definitivo.
  
 -No llores-le dijo él y le limpió el rostro, pero antes de terminar la otra mejilla, la primera se había vuelto a empapar.

Tomó su mano derecha y la levantó a la altura del rostro, se inclinó y posó delicadamente sus labios sobre ella.
Le recorrió el rostro con la mirada y al terminar, sus ojos se nublaron y unas lágrimas amenazaron con salir.

     -... Te quiero, mi niña... Te quiero mucho, por eso hago esto...
     -Yo también te quiero...-dijo ella.

Entonces él se dio media vuelta y comenzó a caminar rápidamente.

Ella lo obsevó alejarse, sin poderse mover hasta que finalmente su silueta se perdió al doblar en una esquina. Las piernas se le doblaron y cayó al suelo. Hundió su cabeza en sus manos y lloró mientras gritaba. De pronto se levantó y comenzó a dar pasos torpes en dirección a él, pero antes de llegar al punto donde lo había visto desaparecer, recapacitó y se aferró a un poste. Lentamente se deslizó hacia el piso y apoyó su rostro mojado en la figura de cemento que abrazaba.

Ahí se quedó llorando por aquella relación autodestructiva por la que tanto había peleado. Aquella que le dio a conocer el dolor más grande de su vida, pero que también la había hecho tan feliz como nunca lo habría podido imaginar.

Algunas veces se llegaron a ver en la calle pero no cruzaron palabra. Únicamente se miraban para después alejarse.

Habían decidido convertirse en extraños y, aunque les doliera en el alma, ese juramento jamás pronunciado lo respetarían por el resto de sus vidas.

sábado, 7 de julio de 2012

Beso

A veces explotan dentro de mí todos los sentimientos que me he guardado en el tiempo.
A veces, cuando ya no puedo seguir fingiendo que no siento y avanzando,  la soledad detona todo aquello.

Tengo estas ganas frustradas dentro de mí... Tengo una necesidad atrofiada de besar aquellos labios, tengo necesidad de ser abrazada como antes: sintiéndome segura, protegida... Amada...

Tengo un hueco en el corazón que intenta llenarse de lo que sea... Tengo un océano de lágrimas guardadas en mis ojos; tengo gritos ahogados mediocremente, tengo mil nudos en la garganta con los que ya aprendí a hablar.

De tu indiferencia, mi dolor y su consecuente rabia saco fuerzas para avanzar, para cambiar, para que cuando me veas no veas el despojo de humano en el que me convertí... Quiero que me veas fuerte, atractiva, feliz... Mejor... Quiero que veas que si no te hago falta, entonces tú a mí tampoco.

Pero a veces aún me recuesto a llorar. O hay momentos como ahora en los que siento que un agujero negro se formó en mi pecho, producto de todas aquellas sensaciones ignoradas que con un golpe directo quieren recordarme que me acosarán por siempre como si fuesen parte de mi sombra misma y nunca jamás podré ocultarme o escapar...
Aquel agujero quiere tragarse todo de mí, quiere consumirme desde adentro, donde no puedo escapar...

A veces yo también tengo la necesidad de un beso suave, de unos brazos que me aprieten fuerte como si nunca me fueran a soltar, y sobre todo, de confiar en alguien más... A veces, por momentos, casi creo que ha retornado a mí una pequeña parte de mi perdido corazón...

martes, 26 de junio de 2012

De tanto pensarte

Al seguir haciéndote parte de mi vida en el pensamiento, interrumpo el proceso natural de olvidarte y me quedo atascada nuevamente. Pero esto es por mi propia terquedad, por no dejarte estar... Por eso quiero dejar de pensarte y los insultos a tu persona los cambiaré por "fuera de mi mente".

Sé que a tus pies no les interesa ir tras mis pasos... Aunque me duela, lo sé. Por lo que lo único que necesito es decidirme, tú no me detendrás, no te interesa formar parte alguna de mi vida. Para ti no soy importante...

Debo decidirme y alejarme, dejarte atrás.


Para siempre...

lunes, 25 de junio de 2012

Me di cuenta de algo.

No es que te vaya odiando, es que aún me sigo decepcionando de ti...

sábado, 23 de junio de 2012

A mi familia



Madre, hermano... Creo que, en efecto, no me gusta la religión. Creo en Dios, que existe.

Creo en sus enseñanzas, en los valores que me inculcaron (incluso los que ustedes mismos no cumplen a veces), creo en muchas de sus ideas, creo que debo portarme bien, creo que debemos ser buenos con los demás. Creo que todos deberíamos llegar a tratarnos como iguales y, aunque es difícil a veces, debemos perdonar a los demás (aunque últimamente no soy buena en ello).

Creo muchas cosas, y sé que aunque he aprendido muchísimo afuera, en el mundo. Mis bases, parte muy importante de lo que soy, mis cimientos... Se los debo a ustedes y a esas enseñanzas.

Yo nací con una personalidad y un carácter propios. Adopté ideas externas o yo misma las fabriqué al pensar en diversos temas. Pero su ejemplo y enseñanzas me ayudaron a trazar un camino que debía seguir. Camino que, aunque a veces me estorba, me ha hecho parte de lo que soy. Varias de las partes que me gustan son de ahí... Agradezco las enseñanzas, en verdad.

Pero no me gusta la religión, y en especial, no me gusta hablar con ustedes de ella. No me gusta su actitud. No me gusta que sea como si eso mágicamente convirtiera a una persona en buena. He conocido gente con creencias distintas y que es buena. He conocido gente que sin falta asiste al templo pero su vida no es tan ejemplar como se supone que debiera. Y claro, también conozco gente cuya vida es un desastre y no cree en Dios o la religión, y gente que estando metida en la religión son muy buenas personas. Es cierto que ayuda, pero no en todas las personas, sólo en aquellas que en verdad lo adoptan y se esfuerzan por seguirlo desde el lado de la bondad.

Creo que existe Dios y creo que debemos seguir ciertas normas para convivir en paz. No digo que no exista... Pero no me gusta ese generalizar con que si andan metidos en la iglesia, son buenos. No me gusta ver que la gente se ría cuando otra persona les comparte sus creencias sólo por ser distintas ¿Cómo saben quién tiene razón? ¿Cómo saben que no es una mezcla de ambas cosas?

Para cada quien lo que cree es lo correcto, de no ser así no lo creerían. No obstante, no me parece razón para tomar una actitud tan soberbia como si los otros estuviesen locos o retrasados por creer cosas distintas. Si nosotros creemos en este dios fue porque nos lo impusieron personas que llegaron de otro lugar, no es creencia nacida aquí. Nuevamente, no digo que no exista.

Si teníamos otras creencias, si teníamos diversas deidades y lograron cambiar eso. Si nuestros ancestros adoraban al fuego, al viento, al agua, al maíz, a la naturaleza... ¿Por qué nos parece tan absurdo ver a gente con creencias distintas? ¿Por qué está mal? ¿Por qué tengo que ser igual a ustedes? ¿Por qué no puedo buscar verdad por mi parte o cumplir como me parece que es más auténtico y sincero?

¿En verdad está bien que lo haga a su modo, aunque sea un acto de hipocresía? Para mí esto es algo serio, para mí debe hacerse de corazón, y obligarme, como les he dicho, no es hacerlo de corazón. Es ir porque si no voy me castigarán, porque me dirán de cosas, porque mi madre hará un escándalo como si fuese una hereje que arderá en el infierno por la eternidad... ¿Está bien ser hipócrita entonces? Yo creo que no...

miércoles, 20 de junio de 2012

Crema de fresa


Hoy encontré un regalo tuyo y... Bueno, recordé que no debo decir que no me querías, porque sé que me querías... Es sólo que... Ahora parece que ya no es así. Pero no significa que antes no me quisieras tanto como decías...

Por un momento... Sentí nostalgia y una sensación cálida y reconfortante en el pecho al pensar en aquel tiempo...

martes, 19 de junio de 2012

Creer

Entre más tiempo pasa y te voy dejando de querer, más me pregunto si en verdad me querías...

Aunque luego me vino a la mente algo que me dijiste una vez, que aunque no es querer, sino gustar, me hizo feliz, pues lo dijiste porque yo te dije que no te gustaba

"Si no me gustaras, no pasaría horas besándote"

Estaba demasiado confundida porque no sabía qué pensabas tú de aquello, si me estabas queriendo o no, si estaba bien que me enamorara de ti o debía alejarme...

Me dijiste muchas cosas, también de quererme... Me dijiste que querías estar para siempre contigo. Y cuando te dije que decir que quería pasar el resto de mi vida contigo me parecía muy poco, que no quería pasar el resto de mis años contigo, sino la eternidad... Me dijiste que a ti una vida tampoco te parecía suficiente para estar a mi lado...

No debo dudar que me quisiste... Sé que lo hiciste... Lo sé bien...

Es sólo que ahora que no somos nadie, todo parece tan falso... Que la única explicación aparentemente lógica es que nunca haya existido, que fuera sólo mi imaginación...

Como me gustaría poder vivir en los recuerdos, para nunca alejarme de ti, para seguir siendo felices los dos juntos...


Te vas esfumando, te desvaneces


Poco a poco vas perdiendo tu encanto conforme se acaba el hechizo. Tus labios ya no me tientan como antes, tus ojos ya no me gusta mirarlos, no quiero abrazarte, no quiero decirte que te quiero... No quiero que me digas que me quieres...

De pronto ya no me pareces tan atractivo, de pronto ya no te creo tan inteligente, ya no pienso en qué magnífico eres y no me pregunto qué es lo que debí haber hecho bien para tenerte. Ya no me entran esas ganas de correr a tus brazos y hacer lo que sea sólo por verte sonreír.

Conocerte fue tan bueno como malo. Fue una bendición, acompañada de una maldición.

Yo no quiero quererte, y ¿sabes qué? a veces siento que ya lo logré.

Ya no eres tan mágico, tan encantador, tan grande y resuelto... Ahora eres necio, ciego, egocéntrico, entrometido, tonto, con una capacidad sobrenatural para lastimar. Tú mismo te estorbas los pasos al andar. No ves que hay más cosas adelante, no ves que hay algo más allá de ti. No ves que no debes tratar así a las personas si al final te vas a ir...

Lentamente, la venda que cubría mis ojos va cayendo... Te veo como eres en realidad, te veo como un ciego intentando neciamente andar en un lugar desconocido, chocando contra las paredes y los muebles, pero aún así, andando sobre los mismos pasos, sin retroceder o detenerse a pensar en qué lugares no ha caminado. Un viejo ciego que reniega de tener ayuda. Un ciego que arrastra a otros con él. Que al final los deja aturdidos.

Quizá no te veo como eres, quizá te veo como has sido conmigo, como has sido en el tiempo que yo te he conocido.

Lo único que sé es que ya no te veo tan grande, tan valiente. Te veo ahora como alguien que necesita ayuda, y te veo como alguien que no quiero que siga estando en mi vida pues lo único que me provoca son sentimientos negativos.

Vete, lárgate. Te solté desde hace tiempo, ahora sólo debo deshacerme de los restos, de añorar esa sensación de sentirme protegida y querida que no conocía, de las ganas de tener a alguien que me quiera y a quien yo pueda adorar... Debo dejar atrás las ganas de amar, pues ya no soy capaz de hacerlo. Ya no confío, tengo aún más miedo que antes... Ya no puedo amar porque simplemente no puedo acercarme a alguien. Aunque mi corazón fuera capaz de amar, no hay oportunidad para mí, ya no más...

Sueño

Estoy en algún lugar que no logro ubicar. Estoy ahí con más personas, y te veo... Estás lejos... Pienso en huir, en irme antes de que me veas, antes de que me envenenes con tu sonrisa... Y pienso en acercarme a saludar, en que me veas, que mires hacia acá y, de entre la muchedumbre, distingas mi persona.

Te veo con alguien. No me sorprende...

Opto por partir, me alejo. Salgo de ahí y subo a un camión, el último. Me bajo cuando ya está anocheciendo, estoy en mi antiguo bachi. Por alguna razón, mis compañeros están ahí, les veo con sus uniformes afuera del salón, platicando, como si nada, como cuando apenas entramos.

Me pongo a pensar en esos tiempos. Creo que es una especie de regalo el estarlos viendo así, como si frente a mí hubiese una ventana al pasado, como si me hubiera adentrado en un recuerdo. Pero esta vez yo no formo parte de eso, yo no estoy ahí, yo estoy afuera, pensando en ti, pensando en mi vida antes de conocerte, pensando cómo nunca imaginé hacerlo... ¿Habría sido mejor? A veces me arrepiento ¿sabes? Intento no hacerlo, pero a veces no logro evitarlo...

Va oscureciendo, la calle y la gente están iluminados por una luz azulada y tenue. Aunque no estás ahí, siento tu presencia, como si estuvieses cerca.

Comienzo a caminar, debo volver... Pero termino andando en dirección a tu casa, caminando mientras la luz del sol se desvanece y todo se va iluminando por las luces amarillas de la calle.

Camino y pienso en ti, quiero buscarte, quiero verte, quiero sentirme feliz al tenerte frente a mí... Quiero olvidar... Quiero que no existas, que se me olvide todo. Quiero volver sobre mis propios pasos y dirigirme a casa, pero no puedo. Me quedo dando vueltas en aquel lugar, entre tu hogar y el mío, entre donde tú estás y donde yo debería estar. Me quedo ahí, caminando para un lado, luego regresando, y después volviendo a ir hacia ti. Me quedo sin saber qué hacer, a dónde ir...

Ahí me quedo, sin decidirme por un lugar a donde ir. Entonces abro los ojos al despertar y me pregunto... ¿Qué habría pasado de ir hacia ti? Y... Si no hubiese ido ¿sentiría esta misma incomodidad y duda en el pecho, que siento siempre? Creo que ya no lo sabré jamás.

lunes, 18 de junio de 2012

El tiempo


Que relativo es el tiempo...

La manera en que corre es incomprensible: a veces parece eterno, pero al recordar, nos damos cuenta de que ha avanzado muy rápido, tal vez más de lo que quisiéramos...

Un mes, eso tengo sin hablar contigo. Un mes que me ha parecido que ha corrido eterno, pues ansío que una eternidad transcurra para olvidarme de tu existencia...

Sin embargo... Un mes es muy poco tiempo para decidir que no te conozco...

Un mes no me basta para ignorarte de por vida porque es muy poco. Aunque a la vez, un mes es eterno, porque cada segundo que espero que pase, parece durar un minuto...

El tiempo... Bendito y maldito tiempo que corre sin que lo queramos... Tiempo que nos cura las heridas... Tiempo que también alarga nuestro sufrimiento...

El tiempo... ¿Qué es el tiempo?

jueves, 14 de junio de 2012

A ti:

Si por error te apareces por aquí... Si das con este lugar y estos pensamientos... Si sabes que soy yo...

¿Qué piensas? ¿Te importa? ¿Te duele? ¿Te alegra ver que sigues dentro de mis pensamientos? ¿Te alegra que me duelas...?

¿Por qué no me buscas jamás? ¿Por qué me dices que me quieres cada vez que hablamos...? ¿Por qué...? Si demuestras exactamente lo opuesto...

No te atrevas a ensuciar con tu voz y tus labios aquella frase "te quiero"... No eres digno de pronunciar esas palabras... No te atrevas a mentirme de esa manera tan cruel...

¿Dónde estás? ¿Qué has hecho? ¿Por qué no te importé? ¿Por qué nunca quisiste ser nadie para mí...? ¿Por qué, si tú no eres así, sólo a mí me dejaste afuera con los lobos...? ¿Por qué a otras personas las proteges y sigues estando ahí, pendiente? ¿Por qué crees que soy basura?

... ¿Por qué tienes tiempo de ir por la vida buscando más personas para lastimar, pero no tienes tiempo de decirme hola?

Fuera de mi vida... Fuera si seguirás siendo tan inconstante... Fuera si crees que seguiré arrastrándome a tus pies...

No quiero tu sucia sonrisa, tus palabras tan falsas... Tu maldita esencia a mi alrededor...

Si quieres hablarme... Deja de comportarte como todo un patán... Sé constante... Convénceme de que en realidad te importo...

Tú no me amabas... El amor no se esfuma así como así... El amor no cambia de persona cuando te aburres... El amor no sería tan egoísta como tú has sido...

Tú no sabes amar...

Quizá no sepas ni querer... Sentir mariposas en el estómago no es amor... El amor es más profundo... El amor abarca muchísimo más, no sólo las manifestaciones físicas de afecto o la emoción...

A veces quiero lastimarte para vengarme... De tanto dolor, he pensado en devolverte una pizca de todo lo que he pasado, pero ¿sabes qué? no puedo... Aunque si estás leyendo esto... Déjame decirte una cosa... Al no poder hacerte daño a ti, me lo he hecho a mí... Creyendo aún que te importaba, me lastimé para dañar algo supuestamente preciado para ti.

Tengo más cosas que decir... Demasiadas... Pero por ahora quédate con esto. No mereces mi tiempo ni conocer mis sentimientos.

Finalmente, sólo quiero agregar algo... Debiste haberlo intentado más...

Que me saben a durazno...

La parte de "que me saben a durazno" en la dirección del blog la saqué de una canción llamada Tango, interpretada por El cuervo de Poe.

La canción no es tierna, como podrán apreciar, pero me recuerda a la persona que me dio a conocer esta canción. No tiene mucho de especial, canciones especiales tenía más, pero no quería poner una demasiado cursi porque la idea no era escribir acerca de cuánto lo quiero y cómo quiero pasar mi vida con él.

He de confesar que parte de mí anhela que un día, por error, llegue a este lugar y lea... Aunque no quiero que sepa que soy yo quien escribe, ni tampoco quiero que conozca mis pensamientos o sentimientos.

A él yo le dejé de importar, ahora es una especie de extraño del cual conozco bastantes cosas... Pero a fin de cuentas es un extraño. No me quiere, no me extraña. Y yo espero paciente por el día en que finalmente me sienta cómoda siguiendo este juego de no ser nada después de haber sido alguien tan importante para mí.

Tengo bastantes sentimientos encontrados, pero quería que este blog tuviese algo que ver con él.

En cuanto al "Y no fueron felices para siempre", bueno... Ya se imaginarán. Es el final de aquella historia. Él va por su segunda novia, yo... Yo aún lloro a veces por las noches. Aunque he dejado de amarle, me duele no ser nadie. Me duele que me diga que me quiere, porque de tanto dolor y tanto ignorarme, me parece que es una vil y maldita mentira...

Ruego que no llegue jamás a este lugar... Al tiempo que espero que si lo haga....

Desde que se fue tengo por corazón una maraña de sentimientos encontrados, unos vienen del corazón, otros, los más malvados, de mi mente...


¿Por qué me sigue lastimando?

Si te aborrezco... Si no quiero tenerte de nuevo... Si he visto tu otra cara, la más oscura... Si ansío con tanta fuerza que llegue el día en que salgas de mi vida y nunca más vuelvas a poner un pie en mi camino...

Si necesito que desaparezcas de mi mundo...

¿Por qué me lastima aún que no estés? ¿Por qué si no quiero que me busques... Me lastima cada día que pasa y tú no llamas? ¿Por qué si digo que te odio, te sigo esperando cada día? ¿Por qué pienso en ti? ¿Por qué llegas siempre a mi mente?

Ya no te amo, eso es más que cierto, y no quiero estar contigo ya, me has hecho mucho daño y eres diferente a cómo yo creí... ¿Entonces por qué me duele que no pienses en mí?

¿No es eso lo que espero, lo que tanto anhelo?


viernes, 8 de junio de 2012

Viernes

Le vio y quiso hablar con él. Al no atreverse, intentó llamar la atención de manera muy tonta. Pero como era de esperarse, él no dijo nada.

           -¿Por qué sigo tratando de llamar su atención?- pensó -¿Por qué...? Si sé bien que no le interesa hablar conmigo... Si sé que sólo soy yo misma provocándome disgustos...

Incapaz de alejarse, permaneció ahí un rato más. Cansada, con sueño, con los ojos medio cerrados, esperando que él la notase, y al mismo tiempo pensando en cuánto querría salir huyendo si es que él le hablaba...

Y como cada vez, terminó llorando a oscuras, escondida, mientras el mundo descansaba plácidamente. Mientras todos dormían, ella lloró hasta que se le cerraron los ojos y el alma se le desgarró aún más... Hasta que la falta de oxígeno le ayudó a no pensar en él... Hasta entonces fue que dejó de llorar.

jueves, 7 de junio de 2012

Te extraño

Y es que a veces me es imposible no extrañarte... No querer verte, abrazarte, besarte y decirte "bienvenido de vuelta, cielo...".

A veces quiero escribirte y terminar con un "te adoro, corazón" y que me respondas igual... Que vuelvas a poner esos ojitos al mirarme, que quieras verme, que no haya problema con que yo te ame...

Hay días en que aún me apresa la tristeza por perder ese amor... Aquello que... Ha sido una de las mejores cosas que me han pasado en la vida, si no es que la mejor de todas.

A veces quiero tomar tu mano y recargarme en tu hombro, intentando hacer eterno ese momento.

No siempre te odio... Y es que en realidad no te odio... Es dolor esto que yo tengo, mi amor... Es dolor...

Extraño soñar con un futuro a tu lado... Extraño que sueñes con un futuro a mi lado...

Me gustaría de nuevo creer en ti, estar contigo, quererte libremente, que seamos compañeros.

¿Por qué lo bueno tiene que terminar? ¿Por qué probar algo que nunca tendré de nuevo?

Agradezco haber sido tan feliz, pero realmente no comprendo porqué hacerme experimentar algo que nunca se repetirá... ¿Es para saber qué me había estado perdiendo? ¿Fue un castigo? ¿Fue un regalo?

¿Por qué acabó...? ¿Por qué? Si tanto decías que me querías y me adorabas... ¿Cómo de golpe dejaste de sentir por mí? ¿Cómo dejaste de anhelarme? ¿Cómo me volví un estorbo...?

A veces hay días en que aún te extraño, y quiero besarte, y quiero abrazarte, y quiero decirte cuánto te quiero... A veces... Cuando los recuerdos se asoman...

lunes, 4 de junio de 2012

Ya basta

No quería hacerte daño, no quería terminar mal contigo. Quería que intentáramos coexistir y en el futuro, quizá, ser un poco amigos...

Pero me has hecho tanto daño... Que a veces quiero vengarme, a veces quiero jugar contigo para desquitar todo esto, a veces quiero lastimarme... Como forma de lastimarte a ti...

Quiero saber qué piensas de mí... Quiero saber si me odias o si aún te importo... Quiero saber si te doy igual, como me haces creer con tu comportamiento...

... Quiero importarte...

Y entonces, al pensar cómo desquitarme de ti, de todo... Sólo pienso en hacerme daño... Hacerme daño y que tú lo veas, porque a ti no puedo lastimarte por estar tan lejos... Aunque al final me arrepiento porque sé que es tonto hacerme daño, y que bastante daño me hago ya por pensar tanto en ti.

Quiero saber si en este tiempo llamarás o seguirás igual. No te lo he dicho, pero planeo que sea la última oportunidad... No me pongas esa ridícula excusa en este tiempo... Sé que no es verdad...

¿Por qué no me quieres? ¿por qué dices que si cuando yo ni siquiera te lo pregunto? ¿por qué sonríes...? ¿por qué desapareces...? ¿por qué eres así...? ¿por qué no me puedes dejar de importar? ¿por qué...?

viernes, 1 de junio de 2012

Las ganas

Me quedo con las ganas de saber qué se siente celebrar un aniversario, san valentín... Un regalo en navidad o en un cumpleaños...

Me quedo con mi sueño ya frustrado de saber qué se siente que te sorprendan con una flor, con un detalle...

Me quedo sin el recuerdo de una sola ocasión en que recordaras la fecha

Me aguanto la decepción por no celebrar jamás ese día

Se graba en mi memoria como la única vez que te pedí que me hablaras, sólo que me hablaras... Me ignoraste...

Se queda ahí el recuerdo de los días subsecuentes en espera de una disculpa, un saludo o lo que sea... Esa espera infinita, inútil y malograda... Igual que cualquier otra espera relacionada contigo

Me quedo con las ganas de presentarte siendo algo mío

Me quedo con las ganas de besarte cada mañana

Me quedo con las ganas de amar y ser amada...

martes, 29 de mayo de 2012

Amar

No quiero volver a amar a nadie nunca más...

Cuando dije que quería estar contigo toda la vida y que mi corazón era tuyo... Era verdad... Ahora no tengo corazón ni ganas de amar... Ni creo en la palabra de nadie, ni quiero creer. No quiero sentir otra vez, no quiero llorar, no quiero encontrar un sustituto al que mentirle para olvidar...

No quiero tener corazón jamás... Si ya te lo llevaste, no lo regreses nunca más. Tíralo por ahí, no te lo quedes, ya no quiero llorar...

Deshazte de esa cosa horrorosa... No quiero volver a verla... Destrózala, que ya no exista, que no pueda regenerarse... Ya no sirve, ya no tiene lugar... No quiero verlo, ni a ti ni a él... Vete y llévatelo lejos... Vete y no vuelvas ya.

Aléjense los dos de mí, dejen de hacerme daño... Quiero poder respirar sin tener un nudo en la garganta... Quiero dejar de fingir que te creo que me quieres... Esfúmate... Si me quieres hacer un regalo, sólo esfúmate... Nada mejor podrías darme... Esfúmate y llévate a ese bastardo contigo...

Yo ya no quiero amar nunca más, yo ya no quiero sentir... Yo ya no quiero vivir...

No es cierto...

Cuando me dices "te quiero", no sabes las ganas que me entran de decirte "no es cierto..."

No me digas que me quieres si no es sincero... No pienses que es sincero cuando me apartas de tu vida.

Odio como termino llorando cuando me pongo a pensar que esas palabras son falsas... En cómo me lo dices con un tono meloso para luego volverme la espalda de nuevo...

Lo he dicho muchas veces, no me quieres... No te importo, para ti yo no soy nadie...

Sal de mi vida si no te vas a quedar... Sal... Te lo ruego, no me sonrías, no me obligues a mostrarme feliz de verte, no puedo hacerlo si no lo siento. Y no lo siento si me lastimas tanto...

Intenté ser fuerte, ser madura, en verdad lo intenté... Pero seguiste lastimándome cada vez hasta que ya no pude levantarme... Entonces para protegerme, acepté que no me querías, que no te importaba... Acepté que nunca jamás seríamos amigos, y me cerré... Y te quiero lejos porque no quiero dejar de estar así, quiero mi coraza de vuelta. Quiero que no intentes atravesarla. Pero quiero que la veas... Quiero que la sientas impidiéndote entrar, que te estrelles contra ella al intentar ignorarla y pasar...

Estoy enojada conmigo por estar llorando aún a estas alturas... Estoy enojada contigo por decirme que me quieres y demostrar lo opuesto...

domingo, 27 de mayo de 2012

Partes de mí que han muerto

Tal vez no es para mí, tal vez sólo lo quería porque era lo que me enseñaron que debía querer; el chico serio, el chico amable, el chico inteligente; el chico que fuera "perfecto", aunque yo sabía que nadie nunca sería perfecto.

Aprendí luego que uno no elige de quién se enamora, que simplemente pasa, lo quieras o no.

Me enamoré. Dolió. Dolió mucho...

No quise enamorarme, y logré permanecer así un tiempo.

Me volví a enamorar, lloré, luego salió bien. Luego quise también ese sueño, esa familia, esos hijos, esa historia, envejecer juntos, aprender a su lado, despertar con él cada mañana, amarlo cada vez más... Quise que fuéramos compañeros toda la vida, quise hacer todo lo que estuviera en mí para hacerlo feliz... Pero terminó...

Ahora no somos ni siquiera amigos. Ahora veo que no quiero nada... Al irse se llevó esa parte de mí. Al irse llegó el desencanto... Ahora busco qué es lo que si quiero. Con él vi que, aunque si me gusta en parte todo aquello que me enseñaron, también tengo mis propios gustos, y mis gustos me gustan más que los impuestos.

No quiero la casa de muñecas, no quiero los vestidos perfectos, no quiero los muebles combinados y los pisos pulcros. No quiero hijos de nadie corriendo por mi casa, no quiero preocuparme por si los estoy educando de manera correcta. No quiero depender de un tipo que jura que me ama y que pasará su vida entera a mi lado y luego se irá con alguien más.

Quiero otro camino, no quiero que se me imponga nada. Quiero aprender a ser feliz a mi manera. Es cierto que necesito amor y compañía, es cierto que no me atrevo a pedirlos en las dosis necesarias... Es cierto que necesitaría de un alma gemela, pero no quiero una pareja, y sería injusto encontrar un alma gemela en un amigo porque ese amigo querría tener su vida aparte.

Elijo el camino de la soledad, el camino donde yo misma tengo que esforzarme por mí. Lo elijo a sabiendas de que nunca me esfuerzo. Lo elijo, sabiendo cuánto odio y temo la soledad...

Elijo no amar. Elijo no llorar por nadie.

jueves, 24 de mayo de 2012

Noche


Apagó el auto al llegar a la casa. El viento entraba gentilmente por la ventana, era como una dulce caricia que la invitaba a quedarse ahí.

Volvió la cabeza hacia la derecha y observó el asiento vacío del copiloto, hacía tanto tiempo que él no se sentaba ahí. Se preguntó si aún quedaría algo de él en ese lugar.

Cerró los ojos y lo imaginó a su lado, extendió la mano y acarició el respaldo del sillón, intentando recrear en su mente la textura de su piel. Abrió los ojos, besó el costado y recargó su cabeza en donde debería estar el hombro de él. Intentó imaginar que estaban ambos ahí, que ella, como solía ser, se encontraba recargada en él, conversando, girando ocasionalmente su rostro para encontrar sus labios con los de él.

Se quedó unos momentos así, extrañándole, intentando sentirle... Huyendo un poco del universo con su cruel y solitaria realidad...

El viento le mecía los mechones de cabello que caían a los lados de su cara. Inhaló profundamente, como si intentara reconocer su esencia en el aire.

Pensó llamarle, lo extrañaba tanto... Dios... Quería tanto escuchar su voz... Hablar con él... Saber cómo estaba, decir algo que, sin pensar, lo enamorara otra vez... Pero sabía que era tonto, sabía qué eso no pasaría, y entonces pensó que él simplemente la ignoraría como siempre, y el corazón le dolió un poco...

Con las ilusiones rotas, abrió los ojos y exhaló pesadamente, permaneció inmóvil unos segundos y después volvió a su lugar. Miró al frente, luego hacia el asiento vacío, se dio cuenta de que nunca más iba a volver a tener un momento de aquellos, y entonces, cerrando la puerta tras de sí, se despidió de aquel sueño que, sabía, nunca volvería a ser realidad.

domingo, 13 de mayo de 2012

Recuerdos

Recuerdos polvorientos que me recuerdan a ti... Papeles, tareas, basura al fin, pero no me atrevo a tirarlos porque no dejo de pensar en ti

Me dueles


Hoy me dueles como hace tiempo no lo hacías... Hoy quiero volver a ocultarme entre las mantas y no salir...
Hoy quiero escuchar tu voz, hoy quiero gritar, quiero llorar, quiero apretar los dientes, quiero presionar mi cabeza con mis manos, quiero sacar todo, quiero desgarrarme la garganta por tanto llorar, quiero que se me hinchen los ojos por tantas lágrimas, quiero quedarme dormida por tanto dolor...

Te extraño demasiado... Y hoy me dueles... Y no sé qué hacer, estoy harta de esto... Ya no creo en nada, ya no te tengo, ya no quiero a nadie ¿por qué sigo aquí?

¿Por qué me sigues haciendo falta? ¿Por qué no entiendo?

Duele ver que alguien a quien tú necesitas y extrañas, no te extraña, no te necesita, ni siquiera le importas... Duele mucho...

Aún después de poco más de medio año, sigo intentando que hables conmigo, que no me dejes atrás por completo, que no me excluyas de tu vida... Aún no comprendo lo tonto que es querer que sigas siendo parte cuando al mismo tiempo a veces deseo no volverte a ver jamás...

Pero es que aún te extraño, aún te necesito, aún me importas, aún te quiero... Por eso no puedo dejar de intentarlo...

sábado, 5 de mayo de 2012

No es para mí

Yo también quería el vestido blanco.
Yo también quería el cuento donde permanecen juntos para siempre. Donde se aman por siempre... Donde crean su propia familia... Donde superan las adversidades porque se aman...
Yo también quería la familia... Los desvelos, los años, las arrugas, las fiestas de cumpleaños con niños llorando... Yo también quería verlo a los ojos cada noche antes de dormir y pensar que no lo cambiaría por nada...
Yo también quería ese cuento trillado, ese modelo de vida... Yo lo deseaba con tanto fervor...

Ahora ya no creo... Ahora no quiero nada de eso, ahora no se ve tan mágico, tan hecho para mí.
No todos estamos hechos para tener hijos o una pareja. Yo, quizá, no estoy hecha para ninguna de las dos cosas.

Yo quería estar por siempre con él, quería amarlo cada día más, quería seguir confiando así en él. Quería que fuera mi hogar y yo ser el suyo, quería ser su apoyo, quería estar para él... Pensaba que todo podría cambiar pero que él sería lo único constante en mi vida...

Ahora ni siquiera somos amigos... Ahora no es nada en mi vida, ahora es sólo un recuerdo.

No quiero confiar, no quiero creer, esperar, amar... No quiero tener a nadie. No quiero volver a soñar así. No quiero volver a llorar.

Yo solía querer todo aquello, el cuento feliz. Yo también lo quería, es verdad.
Es sólo que ahora pienso que tal vez aquel cuento no es lo mejor para mí... Porque... Realmente ya no creo que ese cuento pueda existir... Es sólo un cuento, una historia que les dicen a los niños antes de dormir. Es una promesa de "esperanza" que te encasilla a un estilo de vida.

Yo no quiero ser lastimada de esta manera tan brutal sólo por buscar tener una historia que contar. Y aunque el mundo opine lo contrario, estar sola no me hará miserable automáticamente porque realmente no quiero aquello.

No puedo creer ya que alguien me vaya a querer por siempre, que en verdad alguien quiera pasar su vida a mi lado, ya no puedo creerle a nadie más que me va a amar por siempre...


viernes, 6 de abril de 2012

Innamatus

Acordaron darse apoyo. Un hombro en el que recargar la cabeza, unos brazos que les ayudaran a no romperse y a conservar el calor dentro de ellos, alguien con quien hablar, alguien con quien ser vulnerable… Un compañero con quien fingir que no estaban solos en este mundo.

A él le habían dejado tantas veces que ya no creía en el amor. Había tenido el corazón tan roto que al final lo había terminado perdiendo, o al menos eso era lo que había dicho.

A ella le dejó el hombre que más había amado, dejó de amarla aún antes de terminar. Seguían juntos, pero él ya no la buscaba ni se veía emocionado por verla, ya no parecía importarle y ella no comprendía cómo es que eso podía haber sucedido de la noche a la mañana. Aquel primer “Te amo” fue tan triste como nunca imaginó que podría serlo. Después de él, no quiso volver a creer en la palabra de ningún hombre de amarla para toda la vida. No creyó que la fueran a amar. Y si no la iban a amar y la iban siempre a dejar o no iba a confiar y terminaría por huir sin enamorarse, entonces no le encontraba sentido a tener una pareja.

Se sentaban en una banca, en la sombra, ella recostaba su cabeza en las piernas de él, él acariciaba su cabello en silencio…


Ni una sola palabra era pronunciada. Si ninguno tenía nada que decir, entonces no era necesario matar aquel dulce silencio que parecía ayudar a aquella ternura ficticia a entrar y apagar un poco el dolor dentro de ellos.

A veces se tomaban de la mano y cerraban los ojos para sentirse protegidos, para no sentirse solos. Ese era su principal objetivo, hacerse compañía.

Eran adictos a esos instantes en que se alejaban del mundo para volverse frágiles, para desnudarse el alma y sólo dejar salir lo que sentían, podían llorar, podían quedarse quietos escuchando el silencio, pero con un compañero con quien sentir ese mismo éxtasis de tener frente a ti a una persona especial mirándote a los ojos.

Todos decían que estaban enamorados, pero la verdad era que ellos ya no podían estarlo. Podían pasar mucho tiempo juntos, toda la vida, incluso, pero jamás serían pareja pues de eso era de lo que huían…

Y de los labios de nadie nunca se escapó un “te quiero”, nadie intentó enamorar, nadie tuvo detalles románticos o intentó besar al otro. Ninguno quería volver a sufrir, y ninguno quería arruinar lo que tenían.

Eran almas gemelas, pero no querían arruinarlo con la soberbia de una relación. Eran almas gemelas porque los dos estaban vacíos, porque ninguno sentía ya, por eso eran iguales.

No sabían del pasado del otro, sólo conocían su esencia, sus secretos más ocultos, sus miedos... Sólo eso...


lunes, 12 de marzo de 2012

Hola, hola

Pues... ¿Qué les digo? Intento comenzar de nuevo...
El otro blog terminó siendo privado por... Pues por asuntos personales, pero de repente hace falta escribir ¿no creen?
Por ahí tengo otra página en internet, pero soy anónima y quiero seguirlo siendo :)
No tengo mucho que decir. No ando muy bien o feliz, aunque me esfuerzo por salir adelante. He cambiado en este tiempo, para bien y para mal. Pero últimamente creo que es un poco difícil aguantarme cuando comienzo a quejarme de mis cosas xD
En fin... Sólo escribo para inaugurar esto y... No sé cuándo regrese a escribir, pero espero hacerlo :)
Saludos